Escalar en Cigal

"Ética" por Antonio


              Algunos pensarán que se trata de una broma ¡hablar de "ética" cuando hay montones de chapas en las vías! No hay tal broma, detrás de la creación de las vías de Cigal hay una "ética". Y muy simple: la seguridad y la estética. Es decir vías deportivas lo más bellas que sea posible y equipadas de tal forma que se eviten los accidentes[1]. Quizás muchos escaladores piensen que las vías deportivas deben restringirse a zonas con vías cortas, cercanas a los núcleos de población. Pero esto, de hecho, no es así. Realmente en algunas zonas de escalada de Cantabria, como Ramales, y en bastantes de toda la Península situadas en entornos magníficos, remotos, hay vías equipadas en deportiva de varios largos. Y, desde luego, en muchos otros sitios de la UE.
         Evidentemente hay dos maneras de concebir la escalada. Puedes verla como alpinismo, en que hay riesgos objetivos y subjetivos que deben asumirse. Uno puede matarse o herirse gravemente. Sin embargo el superar las dificultades asumiendo ese riesgo proporciona a algunas personas un conjunto de sensaciones por las que les merece la pena hacerlo.  También puedes escalar, minimizando riesgos objetivos y subjetivos, de una forma razonablemente segura. Claramente se trata de unas vivencias diferentes a las del alpinismo pero que proporcionan también grandes satisfacciones. En esta segunda opción uno puede concentrarse en la superación de la dificultad pura de la manera más estética posible. En mi opinión el alpinismo es una experiencia vital que potencia la seguridad en uno mismo, el autocontrol y el valor. Por otra parte la escalada deportiva es una experiencia profundamente estética. Se busca la belleza de los movimientos, las secuencias, las tiradas y de la vía entera. Esto es lo prioritario en la opción deportiva.    
En realidad ambas opciones no se contradicen entre sí. Se puede alternar entre una y otra forma de realizar la escalada. Sencillamente se trata de una elección personal acerca de qué hacer y como hacerlo en cada momento. Es fácil darse cuenta que hay personas a las que arriesgar La Vida por una escalada puede no interesarles nunca o solo en ciertas etapas de su vida. Eso no quiere decir que no deseen escalar en sitios hermosos haciendo vías estéticas. En definitiva: elegir arriesgar La Vida es una opción personal que no se puede imponer a los demás.
Hay, además, otra cuestión ética y ésta de gran peso: la escalada debe ser compatible con la preservación del entorno natural. Máxime cuando se trata de una actividad que hacemos por placer y no por necesidad. Podemos poner la excusa de la economía y de la supervivencia de nuestra civilización para explotar la Naturaleza pero esto no debe ser así en las actividades que hacemos por placer y no por necesidad. Ver la sección Naturaleza para más detalles.
       Una observación final. El asunto de como eligen los escaladores realizar sus escaladas, más o menos aseguradas, es una desviación de otro problema ético (sin comillasverdadero ¿hasta que punto es lícito o ético arriesgar la propia vida, o vidas ajenas, por obtener como único beneficio solo una satisfacción personal? Aún podríamos ahondar más en este tema pero no lo vamos a hacer de momento en este lugar. Quizás más adelante.  


[1] En algunas vías hay cierta distancia entre las chapas, pero se trata de zonas con muchas presas grandes, con graduación máxima de 4c, en las que sería posible, en caso de que se estime necesario,  colocar algún empotrador.




Acerca de las Vías de Cigal   por Antonio



Los deportes de montaña (escalada en sus distintas modalidades y alpinismo) siempre se han planteado desde su origen en el siglo XIX como un reto de superación personal (o a veces en equipo) Nunca se ha tratado de vencer a la Naturaleza ni de competir con otros escaladores. Los demás escaladores solo actúan como estímulo y espejo para uno mismo. En este sentido es tan grande la proeza personal de alguien que realiza su primera escalada en pared de doscientos metros, como la del gran alpinista que se enfrenta a una pared de dos mil metros en el Himalaya. Se trata de vencerse a si mismo en el nivel que uno establece. El único juez de si una escalada es válida o no es la propia conciencia. (aparte dejo las competiciones de escalada). O dicho de una manera práctica: los escaladores no nos ponemos de acuerdo porque no podemos ni queremos hacerlo.

La discusión acerca de si una escalada es ética o no es un tema recurrente desde hace cien años por lo menos. Y los escaladores no se han puesto de acuerdo todavía. Podría argumentar largo y aportar documentación pero es una pérdida de tiempo hacerlo dado que todos los escaladores conocemos los argumentos de los demás. En Cantabria hace unos años la FCDM convocó una reunión en donde algunos escaladores intentaron convencer a otros de su punto de vista. Y no se llego a ningún acuerdo.

En mi opinión el único acuerdo posible entre los escaladores es respetar las maneras de escalar que existen y que están bien establecidas a nivel general y no solo localmente. No hay otro camino. Las acciones de imponer o prohibir serán contraproducentes en este colectivo. Deben respetarse las diversas modalidades de escalada. Así como no ponemos, ni exigimos que se ponga más seguridad en vías de alto riesgo de Picos, el Agero, La Hermida o Cigal exigimos que se nos deje en paz en las vías deportivas de varios largos.

Por otra parte existían ya en varias zonas de Cantabria vías equipadas en deportiva de varios largos: Ramales y Agero. Resulta curioso que la pared SW de Cigal estuviese casi olvidada desde hace décadas. Intentos de escalada había: como ejemplos: Greim (2 largos), una vía de un tal Agustín de Valladolid (2 o 3 largos) y dos vías Los Techos (seis largos, en artificial) y La uña que mece la Cuna (6 largos, en libre). Prácticamente nada en una pared que tiene 1,5  kilómetros de base y más de doscientos de altura. Además había una decena de vías que, por el tipo de seguros utilizados y por su colocación, podríamos llamar pseudodeportivas. No es la única pared de estas características en Liébana. Hay mucha más roca para abrir vías. Sin embargo inmediatamente que nosotros equipamos las primeras vías en deportiva de varios largos surgió una polémica.

Las equipaciones de las vías deportivas de varios largos en Cigal han sido diseñadas siguiendo dos ideas clave o, si lo preferís llamar así, principios éticos :


a) Seguridad pero también sentimiento de estímulo. Hay que encontrar un equilibrio en el distanciado y posición de los seguros. Los seguros están para evitar los accidentes y las lesiones y no son meramente seguros psicológicos. Esto deriva de que la mayoría de los escaladores escalamos solo por placer y no por demostrar nada a nadie.

b) Belleza, libertad, en el trazado de las vías, basado en la lógica de los pasos, de los movimientos, de los largos  y no en la lógica de donde “pueden” colocarse los seguros (empotradores, friends, clavos, etc). Las chapas están para facilitar un itinerario trazado en función de su belleza y armonía.

Aceptamos críticas positivas para mejorar el diseño de las vías, pero no la crítica de que son inaceptables porque no han sido abiertas desde abajo. Hay que decir que nosotros, y yo en particular, he abierto muchas vías desde abajo y he practicado la escalada y el alpinismo durante veinte años. En Cigal la vía Amigos ha sido abierta desde abajo, equipando sobre la marcha para deportiva, lo que conlleva un trabajo mucho más fino que, sencillamente, abrirla. La Greim y La uña que mece la Cuna fueron abiertas en clásica y posteriormente reequipadas de común acuerdo con sus aperturistas que consideraron un buen avance equiparlas así. La apertura de vías desde arriba en una pared de 200 metros es una tarea muy técnica que conlleva varias fases y una gran cantidad de trabajo. En manera alguna puede considerarse un factor que devalúe la vía. Por otra parte las vías abiertas desde abajo solo son escaladas con absoluta pureza por el primer escalador pues normalmente se añaden o dejan seguros para hacerlas viables. Además dependiendo de los seguros que estén puestos cambia la configuración de la vía y su nivel de riesgo y dificultad.  Por contra las vías deportivas permanecen idénticas para todos los repetidores. Creemos que antes de juzgar la calidad e idoneidad de las vías de Cigal los escaladores deberían probarlas por si mismos. Nadie puede juzgar las actuaciones que se han realizado en Cigal basándose en un clima de opinión creado por personas que pueden estar interesadas en desvirtuarlas. Se da la curiosa circunstancia de que la mayoría de los repetidores de las vías no son de Cantabria. Las opiniones recogidas en foros, blogs, webs y verbalmente son muy positivas. El número de repeticiones para las clásicas de Cigal como Reencuentro o Sibläthä es ya incontable. Los escaladores están disfrutando de unas vías seguras y de calidad que, como valor añadido, están dando vida al valle de Liébana